domingo, 22 de junio de 2008

A la clase obrera

Como ya es normal el pasado mes de agosto registró 58.000 parados más en todo el país. Mientras, la cesta de la compra sube sin tope, (los huevos 28% en un año, el 75% la harina desde abril etc.). Se anuncian nuevas subidas como el pan, la leche, la luz etc. Se nos dice que de 19 millones de trabajadores más de 8 millones cobran menos 900 Euros y para colmo las hipotecas suben sin parar, asfixiando a la juventud obrera.

 Pese a todo ello el gobierno y los partidos parlamentarios observan el más sospechoso de los silencios. A ellos les bastan con recordarnos que esto es un Estado de derecho cuyo problema es el "terrorismo", con lo cual tratan de desviar nuestra atención. Esta claro. Si no es el "terrorismo" se inventarían otra cosa con la que entretenernos. 

¿Acaso no es terrorismo que en los 6 primeros meses de este año hayan muerto 580 trabajadores en sus puestos de trabajo y que en el mismo tiempo, por la no implantación de normas de seguridad tuvieron lugar 510.302 accidentes con baja? ¿No es criminal que en vez de implantar la total gratuidad de los estudios, el Ministerio de Cultura reparta 1.000 millones de pesetas entre la Fundación de José María Aznar (PP) y la Fundación Pablo Iglesias de Alfonso Guerra (ligada al PSOE)?. 

¿Qué estado de derecho es éste que permite que la patronal despida a 500 trabajadores por presentarse a las elecciones sindicales, que sabe que hay miles de patronos que defraudan al estado y al obrero, que no pagan los seguros sociales, que utilizan dinero negro, y que abonan al trabajador menor cantidad de la que reza en su nómina? ¿Dónde está el estado y los derechos de los trabajadores, cuando las multinacionales se llevan las empresas a otros lugares o que vende al sector privado las empresas públicas más rentables y en todo caso ocasionando el despido masivo de los obreros? 

Es triste el papel de los sindicatos, que o no hacen nada o se oponen falsamente para ceder al final, con el pretexto de aceptar lo menos malo y que para justificarse acometen luchas de desgaste cuando ya no existe solución y siempre atendiendo al interés del sindicato y no el de la clase obrera en general. Pues si los trabajadores afectados son de CC.OO. los otros sindicatos (UGT, CNT. CGT….etc.) no prestarán su solidaridad y viceversa. ¿Por qué tantos sindicatos, si los trabajadores somos una sola clase? 

Ante tantos enemigos, a los trabajadores solo nos queda la unidad y la solidaridad. En este sentido, es urgente en donde no tengamos comités o delegados realizar las elecciones y exigir a nuestros representantes inicien contactos entre los comités de las empresas del gremio, independientemente de la afiliación sindical y política de sus miembros, con el propósito de crear e institucionalizar LA ASAMBLEA DE COMITÉS DE EMPRESAS Y DELEGADOS, para poner freno a tantos desmanes y a tanta división. EL AISLAMENTO ES NUESTRA MUERTE. EL PATRON NO ENTIENDE DE OBRERO SUMISO O REBELDE, SINO DE INTERESES, EL PARO ESTA LLENO DE TRABAJADORES SUMISOS.

PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (PCOE)

 

¿Frente de partidos ó frente de clases?

Es curioso lo que sucede en el mundo de nuestra izquierda. Se reclama actualización bajo la comprensión de la situación contemporánea y sin embargo, se persiste en dar vueltas y mas vueltas sobre viejas tácticas y estrategias que correspondían a situaciones de otras épocas.

Por muchos se aseveran que el problema radica en que la izquierda no somos capaces de unirnos. ¿Pero, de qué izquierda hablan? Probablemente, los mas osados nos respondan resueltamente que se trata de la izquierda revolucionaria. ¿Pero, es que hay quien se crea que con la unidad de los partidos revolucionarios que hoy existen en el estado español es suficiente para cambiar el curso de los acontecimientos? ¿Es que todavía existen ilusos que consideran que la unidad de la izquierda bajo un programa de transformaciones, va a calar entre los trabajadores y en el pueblo en general, o siquiera puede ser un punto de partida?

Es evidente, que hay quienes se empeñan en no ver la realidad. En primer lugar ¿quién o qué clase social ha de dirigir el proceso revolucionario?. Indiscutiblemente, la clase obrera, que es la única capaz de aglutinar detrás de sí a todos los trabajadores y capas populares de la sociedad. Pero, la clase obrera española se halla incapacitada en estos momentos, porque está mil veces fragmentada y carece de conciencia de clase. Y es aquí donde los partidos “revolucionarios” deben incidir, pues no se es revolucionario porque nos autotitulemos como tal, sino porque tengamos una táctica acertada y congruente con la realidad objetiva y subjetiva.

Frente de Izquierda sí, pero para sacar a la clase obrera del lugar que ocupa hoy. Este es un objetivo indefinido por los llamados partidos revolucionarios, porque no hacen mas que transcribir literalmente viejas consignas, de cuando los anarquistas, comunistas y socialistas, se congregaban en grandes partidos que ejercían una influencia mas que notable entre los trabajadores, a los que les bastaban un acuerdo entre ellos para movilizar a millones de trabajadores.

No hace falta ser un lince para darse cuenta que hoy no existe ningún partido comunista o revolucionario, que luzca un mínimo de influencia sobre nada. Y no confesarlo, es postergar hasta la eternidad el resurgir del movimiento obrero y popular en nuestro país.

Por todas estas razones, la creación del FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO, tal y como aboga nuestro partido, sí puede ser el punto de partida para: unir a los trabajadores, dotarles de un programa revolucionario, a la par que crea en la práctica las condiciones para la unidad de la izquierda y abre la posibilidad real e inapelable de alcanzar la unificación de los marxistas-leninistas en un solo partido con mayores garantías de éxito.

 

A los trabajadores de Endesa


La inminente venta de Endesa al capital extranjero, demuestra a las claras dos aspectos fundamentales. 

1.- Que La actual concepción de la unidad europea, se forja a favor de las apetencias expansionistas de las multinacionales del continente, en detrimento de los intereses de los trabajadores. 

2.- Que es totalmente falso el patriotismo que abanderan los PSOE y PP y su oportunista posición sobre la unidad de “España”, pues a la hora de la verdad no tienen ningún reparo en vender nuestro patrimonio natural, y a los propios trabajadores al mejor postor, español o extranjero. ¿Dónde está la autonomía, para utilizar nuestros propios recursos en provecho del pueblo? ¿Dónde quedan los derechos sociales contemplados en los nuevos Estatutos? Pero la solución no está tampoco, como presentan los sindicatos, en elegir entre capital español o capital extranjero, pues en ambos casos representan intereses egoístas privados, que ponen en peligro constante el puesto de trabajo de los obreros y empleados y supeditan nuestras propias fuentes de energías naturales a los números fríos de sus beneficios. La solución está en que las riquezas, tierras, agua, minas, etc. de nuestro suelo, deben pertenecer al pueblo, en estas circunstancias, 

LA NACIONALIZACIÓN, es la opción más cercana y justa en estos momentos. Así pues, los efectos de la venta al capital extranjero de Endesa, o de su continuación en manos privadas españolas, rebasan los intereses de los trabajadores de Endesa, dado que se utilizan riquezas autóctonas de la región. Por tanto, debe ser el conjunto de la sociedad, la que decida su futuro. 

El PCOE llama a los trabajadores de Endesa, para que inicien el debate consecuente al respecto y obliguen a sus representantes a asumir la NACIONALIZACIÓN como única solución positiva y a su vez, pedimos que el Comité de Empresa haga extensible el debate a todo el pueblo. 

PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (PCOE)

 

Hay que forjar la unidad de la clase obrera



Por más que los distintos instrumentos de dominación del Capital se esfuercen en hacer ver al Pueblo Trabajador que su sistema es “democrático” y que garantiza la libertad, la realidad nos señala todo lo contrario, que los trabajadores del Estado español no tenemos ningún derecho y ello es comprobable al entrar por las puertas de los centros de trabajo.


La clase obrera en el Estado español es apaleada, reprimida, dividida y desideologizada por parte del Estado capitalista (con sus instrumentos de represión como son las magistraturas, Policía, Jueces, cárceles,...), que convierte al empresario en Juez de Primera Instancia permitiendo que este despida con impunidad a los trabajadores – despido improcedente – y que financia a traidores a la clase obrera – sindicatos y partidos políticos del sistema – para dividirnos y mostrarnos una supuesta imposibilidad de lucha contra las injusticias y atropellos del sistema capitalista señalándonos como culpables de esto a los que somos las víctimas: los trabajadores.


No pretendemos en esta misiva profundizar en la naturaleza explotadora del capitalismo y lo canallesca de la superestructura que eleva sino que queremos señalar la forma de actuar traidora de aquellos que dicen defender a los trabajadores.


En el Estado español cada año se despiden a centenares de obreros por querer hacer efectivos sus derechos, es decir, por presentarse a las elecciones sindicales. De norte a sur y de este a oeste se suceden las denuncias por persecución sindical. Enumeramos algunos casos como SOMAJASA (SOciedad Mixta del Agua de Jaén SA), Endesa, Caldererías Indálicas, EIDOS, Telefónica, El Corte Inglés, LEMATEL, GALISPORT, Soluciones Lógicas, MERKAMUEBLE, Supermercados DIA, Miquel y Costas y Miquel, Bodegas Torres, Antela Estación de Servizo SL, Centro Distribuidor de Euskadi SL, GENERALI, Guibema de Abadiño, AFEMA, FERCABLE, Fundación Siloé, FUNDAR o Jamones Badía, por ejemplo, que nos demuestran que desde Badajoz a Gijón, desde Andalucía a Cataluña pasando por Galicia, Madrid, Euskal Herria o la Comunidad Valenciana, estén participadas estas empresas por el Estado o no y sean del sector que sean, los trabajadores no tienen ni tan siquiera derecho a los supuestos derechos que la superestructura capitalista “vende” a bombo y platillo a través de sus voceros mediáticos, bien remunerados para engañar y desideologizar a la clase trabajadora.


Ante esta realidad, analicemos una octavilla sobre Jamones Badía (Sevilla) para mostrar como actúan las centrales sindicales.


JAMONES BADÍA.


En Jamones Badía se celebraron elecciones sindicales el pasado mes de octubre, despidiendo a tres trabajadores la empresa como reacción a dichas elecciones sindicales. Ante esta situación la cúpula del ramo del Comercio de CCOO en Sevilla procede a lanzar una campaña dirigida a los Clientes de Jamones Badía donde denuncia estos hechos utilizando para ello una octavilla que pide recoger firmas de los mismos denunciando los tres despidos y la represión sindical. En dicha octavilla se dice “es una empresa que ha venido caracterizándose, a partir de entonces, por reprimir a sus trabajadores, hasta el punto de que se ha procedido a despedir en ese corto espacio de tiempo a tres de ellos RECONOCIENDO LA IMPROCEDENCIA DE LOS MISMOS, ES DECIR, LA FALTA ABSOLUTA DE MOTIVO PARA DESPEDIRLOS, TENIENDO QUE PAGAR LA INDEMNIZACIÓN QUE LA LEY PREVÉE PARA ESTOS CASOS. DENUNCIAMOS, EN DEFINITIVA, QUE LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA, LA LIBERTAD SINDICAL Y LOS DERECHOS CIVILES AÚN NO HAN ENTRADO EN “JAMONES BADÍA” y que lucharemos sin desmayo para que nuestras leyes laborales, el derecho a sindicarse libremente y ser respetado por razones ideológicas, religiosas, culturales, sea una realidad también en esta empresa” . El subrayado, la negrita y las mayúsculas son extraídos de la octavilla de CCOO del Comercio de Sevilla literalmente, inclusive las faltas de ortografía.


Lo primero que debemos percibir es que el sindicato nada hace por advertir a los trabajadores de Jamones Badía y del Ramo del Comercio Sevillano que deben organizarse tanto dentro de la empresa como con el resto de compañeros del Ramo y que deben ser ellos los que tracen las acciones a realizar sino que funcionarios del sindicato, desde el exterior de la empresa e inclusive del Ramo, planifican ellos la táctica y los objetivos pidiendo el seguidismo de los trabajadores. En vez de dirigirse a los Trabajadores del ramo para desarrollar una lucha sindical y buscar la unidad y la solidaridad como paso previo, la dirección provincial de CCOO del Comercio pide la firma de los clientes y no la lucha, la organización, la solidaridad y la unidad de los trabajadores. Esto conlleva a la individualización del problema y al aislamiento del mismo conduciendo a los trabajadores de Jamones Badía, por muy combativos y honrados que sean, a la “muerte” de su justa lucha por asfixia. Se debe tener en cuenta que los trabajadores del Comercio de Sevilla, según el sindicato del Comercio de CCOO, son los segundos peor pagados de Andalucía con un salario bruto anual de 12.007,68 euros sólo superando a los trabajadores de Huelva que perciben 11.625,30 euros brutos anuales. ¿Acaso eso y la persecución sindical que se da en otras empresas del sector como Merkamueble, Mercadona, etc.... no es bandera para unir primeramente a todos esos conflicto para, posteriormente, unir a todos los trabajadores del Ramo?


Si lo explicado hasta ahora ya es de por sí indigno; el trabajo de CCOO del Comercio de Sevilla de desideologización y de engaño que hace entre los trabajadores con el contenido de dicha octavilla los convierten en verdaderos traidores. Denuncian que existe persecución sindical, que la Empresa despide improcedentemente – reconociéndolo la misma – a tres trabajadores para después salir en defensa del sistema que permite que el Patrón se convierta en Juez de Primera Instancia y pueda despedir con impunidad a esos tres trabajadores, es decir, el mismo sindicato traicionando a la clase trabajadora y engañándola defiende la Constitución Española que es la que le permite al Empresario actuar de esa manera. Al igual que es esa Constitución Española, con sus leyes antiobreras firmadas muchas de ellas por las cúpulas sindicales, la que permiten que los trabajadores perciban salarios de miseria como el mísero Convenio del Comercio Sevillano firmado por las cúpulas provinciales de los sindicatos CCOO y UGT.


Comprobamos de manera clara como, en este caso, CCOO hace un trabajo vital para el empresario. Por un lado aísla a los trabajadores, los divide, les muestra caminos de lucha que les conducen a la asfixia y al desánimo y les engaña ideológicamente. Este es el trabajo que realizan y por el cual el instrumento de opresión del Patrón, el Estado, les inyecta dinero a las centrales sindicales que jamás con tan pocos afiliados tuvieron tantos recursos económicos y materiales.


SÓLO QUEDA UN CAMINO, LA UNIDAD.


La clase obrera está dividida y desorganizada. Como hemos podido ver la Patronal, a través de su Estado, se encarga de actuar para conseguirlo. Para ello, los empresarios han impuesto una legislación laboral, que no es más que el desarrollo de la Constitución Española que tanto UGT como CCOO defienden.


Esta legalidad vigente es nociva para los trabajadores porque, para empezar, fue impuesta por la Patronal. El sistema de elecciones sindicales es antidemocrático por impedir que los trabajadores puedan postular y revocar a sus representantes siendo, además, un procedimiento de listas cerradas postuladas por unos sindicatos que son estructuras pagadas por el Estado y que sirven a éste y no a los trabajadores que reciben dinero público por vender “Paz Social”. Además, los Comités de Empresa no son la expresión del Conjunto de Trabajadores, la Asamblea, sino un órgano que se coloca por encima de ellos y cuyo objetivo es la defensa de los intereses políticos y económicos del Sindicato Estructura, así como del Partido Político burgués del cual sean correa de transmisión, en definitiva, están a servicio de la Patronal y sus intereses.


Esta Constitución Española que contiene leyes laborales antiobreras, y defendida por las centrales sindicales, favorece la disgregación potenciando la entrada de las minorías en los Comités para forzar la máxima fragmentación como se puede visualizar en Correos donde existen 13 centrales sindicales con representación en los Comités.


La Constitución Española convierte a los sindicatos en instrumentos de división de la clase obrera cuyo funcionamiento es vertical fluyendo la política sindical desde arriba (APARATO) hacia abajo (COMITÉS).


Pero no sólo la Constitución es responsable de la división y desorganización de los trabajadores sino también las traiciones de las cúpulas sindicales y de los partidos de “izquierda”. Al ejemplo actual de Jamones Badía se le pueden sumar infinitos ejemplos más, pero queremos recordar traiciones cruciales a la clase obrera como el perpetrado por el PCE de convertir un movimiento político y social que aspiraba a la supresión revolucionaria del capitalismo en un sindicato amarillo que sirviera de correa de transmisión de su política oportunista y de entrega al Patrón; los pactos de la Moncloa, el Estatuto de los Trabajadores, las reformas laborales del PSOE,...


Todo esto ha llevado a los trabajadores al estado que hoy exhibimos. Por ello se hace fundamental unirnos y organizarnos partiendo este proceso de unidad desde la base, desde el corazón de la clase trabajadora: Los centros de Trabajo. Para ello el PCOE apuesta por la construcción del FRENTE ÚNICO DE TRABAJADORES y hace un llamamiento a todos los obreros a la unidad por encima de las siglas y de la división sindical existente con el objetivo de organizar cauces por donde fluya la solidaridad, estimulando asambleas de Comités y delegados de los distintos centros de trabajo así como democratizar las Asambleas, establecer la democracia de la manera que nosotros entendamos y no como nos lo imponga el Patrón a través de sus leyes ni su Constitución.



¡ POR LA DEMOCRACIA OBRERA!
¡POR EL FRENTE ÚNICO DE TRABAJADORES!
¡VIVA LA UNIDAD DEL PROLETARIADO!